El Parlamento Europeo aprobó hoy un plan de gobernanza económica europea, la receta de Bruselas para salir de la crisis y que prevé sanciones para los países miembros que no cumplan con los objetivos de déficit y deuda. Los eurodiputados han aprobado las seis iniciativas legislativas que forman parte de este plan y cuya negociación se ha demorado un año desde que fue presentado.

El retraso se debió a las reticencias de los Estados miembros a aceptar sanciones de la Comisión Europea. Así, Bruselas tendrá poder para recomendar imponer sanciones de hasta el 0,2 % del PIB a los países que superen el 3 % de déficit o el 60 % de la deuda pública, si bien se podrá vetar la multa con el apoyo de 9 de los 16 socios del euro.

El paquete legislativo de gobierno económico prevé asimismo la introducción de indicadores más precisos para detectar desequilibrios macroeconómicos, como las burbujas inmobiliarias. En la mira de Bruselas no sólo estarán los países con alto déficit sino también los que exportan mucho más que importan, mostrando así un desequilibrio en su cuenta corriente y una escasez de la demanda de consumo interna respecto al resto de la UE. Se quiere evitar igualmente que se repitan episodios de falsear datos y estadísticas económicas. Por ello, los países de la eurozona que falseen sus estadísticas sobre déficit y deuda tendrán que afrontar una multa del 0,2 % del PIB, exactamente igual que si hubiesen suspendido en sus tareas de control de los excesos.

Por último, para mejorar la transparencia y a falta de un ministro europeo de Asuntos Económicos, los titulares de Finanzas de los países de la UE deberán dar cuenta sobre sus decisiones al pleno de Estrasburgo y someterse a preguntas de los eurodiputados. Las seis propuestas legislativas que forman el nuevo gobierno económico pertenecen a sendos informes sobre prevención y corrección de desequilibrios macroeconómicos, corrección del Pacto de Estabilidad, requisitos para presupuestos nacionales, vigilancia presupuestaria, coordinación de políticas y medidas correctoras de los desequilibrios macroeconómicos en la zona euro.

El comisario europeo de Economía, Oli Rehn, ha felicitado tras el voto a los eurodiputados y ha reiterado el compromiso de la CE "para garantizar la supervisión macroeconómica, tanto de déficit como de superávit de cuenta corriente". Bruselas ha mostrado durante estos meses su preocupación por las dificultades surgidas durante las negociaciones. Según ha señalado el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, "el paquete de gobernanza es crucial para salir de la crisis" pues "los ciudadanos no entenderían que las instituciones no se pusieran de acuerdo en un tema tan importante".