Dos meses después del acuerdo textil firmado entre la Unión Europea y China, las cuotas que limitan las importaciones ya han sido desbordadas en tres casos y están a punto de hacerlo en otros. Tras el cierre de las fronteras europeas a la entrada de jerséis y pantalones chinos, la importación de blusas llegó ayer al límite y las camisetas y los sostenes están casi en la misma situación. Los otros siete productos con cuota siguen el mismo camino a juzgar por los pedidos.

El registro de licencias de importaciones mostraba ayer que las solicitudes superaban el volumen total de mercancía autorizada para todo el año en nueve de los 10 productos vigilados. Además de los jerséis y los pantalones, la demanda había sobrepasado ampliamente la cuota fijada para la entrada de camisetas, blusas, ropa de cama y de mesa, vestidos de mujer, sostenes e hilo de lino. Sólo en los tejidos de algodón, el límite anual de mercancía estaba por debajo de las licencias solicitadas.

60 MILLONES DE VESTIDOS Uno de los casos en los que hay más diferencia entre las licencias demandadas y la cuota máxima es el de los vestidos, en los que hay solicitudes para importar 60 millones de unidades, casi el triple de la cuota de 24,5 millones. Sin embargo, Bruselas sólo toma la decisión de cerrar la frontera cuando la llegada efectiva de mercancía supera el límite establecido. Por ahora, eso sólo ha pasado en jerséis y pantalones.

"Esta situación era previsible con los incrementos explosivos de las importaciones chinas", dijo ayer Salvador Maluquer, secretario general de la patronal Consejo Intertextil Español y vicepresidente de los algodoneros. Maluquer matizó que muchas de las licencias no se materializarán porque, además de superar la cuota, se ha sustituido el sistema de registro de solicitudes por un control previo del tráfico comercial por parte de China y de la Comisión Europea.

Los fabricantes españoles han pedido al Gobierno que actúe "con firmeza" para defender el acuerdo frente a las peticiones de los países sin industria textil de flexibilizar las cuotas para dejar entrar los cargamentos que están paralizados a las puertas de Europa. "No queremos que entre ni una prenda más de las previstas", aseguró el representante empresarial.

El riesgo de desabastecimiento de los mercados argumentado por algunos países es "falso, ya que las grandes cadenas ya estaban preparadas y existe un gran estoc de ropa en Europa", según Maluquer, que recordó la posibilidad de comprar ropa fabricada en otros países sin cuotas como India o Marruecos.

Mientras, tras dos días de reuniones en la ciudad californiana de San Francisco, los negociadores de China y de EEUU no han logrado ningún acuerdo.