La refriega política que acompaña a la operación de asalto de Sacyr al BBVA sube de tono. El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, defendió ayer "la absoluta y total independencia" de la actual Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y dijo: "Nunca se me ocurriría hacer como en el pasado, que cuando el Gobierno quería echar a Villalonga (expresidente de Telefónica, amigo de Aznar y caído en desgracia), mandaba mensajes a la CNMV para que actuara, y lo curioso es que actuaba".

El vicepresidente respondía así a los ataques del PP y de Mariano Rajoy, que acusan al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de orquestar una caza de brujas contra el presidente del BBVA, Francisco González, (nombrado por el PP) usando, para ello, a la CNMV.

"No hay que ser muy inteligente para saber de qué va esto" dijo ayer Rajoy. El líder del PP se refería a la investigación abierta por el actual presidente de la CNMV, Manuel Conthe, sobre posibles irregularidades acaecidas en 1996 en la operación de venta de FG Sociedad de Valores (propiedad de Francisco González) a Merrill Lynch. La CNMV investiga la desaparición de documentos de sus archivos. El portavoz adjunto del Grupo Popular, Vicente Martínez-Pujalte, consideró que esta investigación responde a "un burdo acoso empresarial" del Gobierno, que está utilizando a la CNMV, dijo.

NEUTRALIDAD Solbes reiteró ayer la posición de "neutralidad" del Gobierno en la pugna Sacyr- BBVA. "Es un debate entre empresas", dijo con un tono distinto al empleado la semana pasada, que fue interpretado como de apoyo a la constructora. El ministro tampoco quiso abordar la posible erosión del prestigio del presidente del BBVA: "No voy a entrar. Es un problema que debe aclararse".

Ayer, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), en representación de "varios miles de pequeños accionistas" del BBVA, pidió un cambio en la presidencia del banco "transparente", con participación del accionariado. La junta de accionistas será el próximo 26 de febrero.

Solbes defendió ayer el prestigio de la CNMV y dijo que, en todo caso, la posible pérdida de credibilidad afectaría "a la CNMV de 1996". En octubre de ese año, Luis Carlos Croissier --nombrado por el PSOE-- dejó la presidencia de la CNMV, que pasó a ser ocupada por Juan Fernández-Armesto, quien precisamente había ejercido como abogado de González en el contencioso con Merrill Lynch.

Según la cadena SER, Fernández-Armesto declaró ayer en la CNMV. La SER también informó de la declaración de Ramiro Martínez Pardo, el directivo de la CNMV que en julio de 1996 recibió los escritos de Merrill Lynch que acusaban de irregularidades a FG Valores y que ahora no aparecen. La CNMV rehusó hacer declaraciones.