La crisis y las reformas de la Seguridad Social también han empobrecido a los pensionistas. La devaluación interna de los jubilados, más influida por los cambios normativos que por la recesión en sí misma, ha alcanzado una media de cuatro puntos de poder adquisitivo que han perdido las pensiones desde el 2010.

La escalada del índice de precios de consumo (IPC) en 2016, con un aumento del 1,5%, ha agravado más el impacto en el bolsillo de los pensionistas, que desde el 2010 han sufrido un año de congelación y otros tres con la revalorización mínima del 0,25%.

SUBIDA E INFLACIÓN

En los últimos siete años, las pagas de los pensionistas han subido un 5,05%. En cambio, en ese mismo periodo de tiempo, la inflación ha crecido un 9,1%. La diferencia son esos cuatro puntos de pérdida de poder de compra de los 9,4 millones de personas que perciben una pensión en España. En el caso de las pensiones por debajo de 1.000 euros mensuales, la pérdida de poder adquisitivo se suaviza hasta tres puntos debido a que en el 2013 el Gobierno les aplicó una subida del 2%, el doble que el resto de jubilados.

Ese empobrecimiento de cuatro puntos supone para cada jubilado una media de 42 euros menos al mes teniendo en cuenta que la pensión media es de 1.050 euros.

REFORMA DEL PP

El principal factor que ha causado esta devaluación de las pensiones es la reforma que aprobó el Gobierno del PP en el 2013 y que empezó a aplicar en el 2014. Desde entonces, las pensiones ya no se revalorizan en función de la previsión de inflación con la cláusula de revisión si el IPC sube más, sino que tienen en cuenta el índice de revalorización de las pensiones (IRP).

Ese índice se basa principalmente en la evolución de las cuentas de la Seguridad Social y en los ingresos y los gastos del sistema de pensiones, de tal manera que en la situación actual de déficit aplica la subida mínima establecida del 0,25%. Las previsiones de los expertos apuntan a que en los próximos años se seguirá aplicando el 0,25% debido al mantenimiento del déficit de la Seguridad Social. Sin embargo, esa situación puede cambiar con los cambios que se aprueben en la reforma de las pensiones que se ha empezado a negociar ya.