El Ibex 35 cerró ayer con un descenso del 0,92%, por debajo de los 14.000 puntos, en una jornada marcada por un nuevo zarpazo de la crisis financiera (esta vez, sobre la primera aseguradora del mundo, AIG, sobre Citigroup y sobre Allianz), por la escalada del petróleo y por las dificultades de Ferrovial en Inglaterra. En Europa, los principales indicadores también mostraron descensos, que llegaron al 1,9% en París. En conjunto, la bolsa cerró la semana con una caída del 0,81%, que la deja en 13.945,10 puntos.

En la jornada de ayer, Ferrovial registró la mayor caída del índice español y bajó el 5,29%, tras anunciar una inyección de 316 millones de euros para su filial BAA, gestora de aeropuertos británicos. El retroceso de Ferrovial arrastró a Sacyr-Vallehermoso (cayó el 2,39%), Acciona (el 2,14%) y ACS (el 1,47%). Fuera del Ibex, en el mercado continuo, Aguas de Barcelona perdió el 10,21%.

Pero, de nuevo, el sector financiero se colocó ayer en el centro de las preocupaciones de los inversores. La bolsa norteamericana acusó con descensos la noticia de que AIG perdió 7.805 millones de dólares en el primer trimestre del año. Además, el primer banco del mundo, el Citigroup, anunció que se desprenderá del 20% de sus activos para sanear sus cuentas. En España, los dos grandes bancos siguieron la estela de sus homólogos europeos y terminaron en rojo, con descensos del 0,73% para BBVA y del 1,13% para Santander. Bankinter cedió el 2,59%; Banesto, el 1,57%; y el Sabadell, el 1,05%. El Popular ganó el 1,06%.

Ni Telefónica, ni Iberdrola, ni Repsol se libraron de las caídas. La presión del crudo se dejó notar en Iberia, penalizada con una caída del 3,6%. Mapfre lideró las subidas (el 3,81%), seguida de lejos por Endesa, Unión Fenosa, Abengoa, Técnicas Reunidas y Sogecable.

En el mercado de divisas, el euro retrocedió ligeramente frente a la moneda estadounidense, y el tipo de cambio entre las dos monedas quedó en 1,5450 dólares.