Por tercer año consecutivo, el gigante de la automoción General Motors presentó un balance anual con números rojos. Las cifras del 2007 suponen las mayores pérdidas acumuladas en la historia del castigado sector de la automoción en EEUU: 38.700 millones de dólares (unos 26.700 millones de euros). Una consecuencia de estos números es el acuerdo que la empresa ha alcanzado con el sindicato de los trabajadores del sector (UAW, en sus siglas en inglés) para impulsar un plan de bajas incentivadas al que podrán acogerse 74.000 trabajadores, el 43% de la plantilla.

Tanto el tiempo acumulando datos negativos como el hecho de que no es la única (Ford y Chrysler, por ejemplo, tampoco tienen una situación boyante) ejemplifican la crisis por la que pasa el que durante mucho tiempo fue uno de los sectores industriales más pujantes de EEUU. Es significativo también que los buenos resultados de la compañía en mercados emergentes (batió récords en Oriente Próximo, América Latina y Africa) no pudieron compensar la pronunciada tendencia negativa en los mercados norteamericano y europeo. Sin embargo, el fabricante confía en esos mercados para mejorar sus resultados antes de impuestos este año.

PROGRESO El presidente de General Motors, Richard Wagoner, afirmó que el 2007 fue un ejercicio "de importante progreso", en el que la compañía redujo costes. El argumento se sustenta en que las pérdidas globales incluyen 26.250 millones de euros de gastos especiales por créditos fiscales no utilizados. Si se excluye este importe, las pérdidas netas fueron de 15,7 millones de euros.