El Ibex 35 cerró ayer con un retroceso del 0,97% y 15.103 puntos, arrastrado por los pesos pesados. Todos los indicadores europeos siguieron esta línea y cerraron en negativo. Wall Street tampoco logró mantener los beneficios con que abrió la sesión, y enseguida se fue al terreno de las pérdidas, sin prestar mucha atención a los importantes movimientos empresariales en el sector minero y aeronáutico. La escasez de datos macroeconómicos durante el día traspasó al crudo el protagonismo, con el Brent por encima de los 71 dólares, y los mercados se decantaron por las pérdidas.

La Bolsa de Fráncfort se rindió ante las caídas del resto de parquets europeos, y a pesar de ser la única en obtener ganancias durante buena parte de la jornada, acabó cerrando la sesión con un retroceso del 0,1%, al igual que Milán. París cedió el 0,6% y Londres, el 0,3%. En España, Inditex, que la semana pasada encabezó las ganancias del selectivo gracias a unos excelentes resultados trimestrales, se dio ayer el batacazo y cerró como el peor valor del selectivo, con una caída del 2,7%. Solo cinco empresas se salvaron de las pérdidas. La primera Colonial, que a pesar de abrir en rojo, se dio la vuelta y repuntó el 1,3%. Le siguió Altadis (0,6%), que durante toda la sesión presidió los rumores de opa. Acerinox (0,5%), Repsol (0,4%) y Endesa (0,1%) también acabaron al alza.

Los blue chips no contribuyeron a la recuperación del índice. BBVA y Santander se dejaron el 0,9%, Telefónica, un 1,5%; e Iberdrola, un 1,1%. Dentro del mercado continuo las inmobiliarias Montebalito y Astroc se llevaron la peor parte, con un caídas del 6,35% y del 5,65% respectivamente.

Tecnocom y Sol Meliá fueron las que más ganaron, con un 6,06% y un 4,82% respectivamente. La primera fue posible gracias a la adquisición de Getronics Iberia, y la segunda, impulsada por Merrill Lynch, que elevó su recomendación. Un total de 6.227 millones de euros se movieron durante toda la jornada.