El Ibex 35 saldó su primera semana bursátil del año con un descenso del 1,13%. La sucesión de malos datos macroeconómicos y de adversas perspectivas de futuro obligaron a los inversores a dejar de lado el rally de enero. El indicador bajó ayer el 0,96%, hasta los 9.378 puntos, para encadenar tres sesiones consecutivas en negativo. El barril de Brent cedió más del 3%, hasta los 42,96 dólares, y el euro cedió el 1,42%, hasta los 1,3507 dólares.

Las referencias conocidas durante la semana sentaron como un jarro de agua fría en la renta variable. Entre las que se conocieron ayer destacó la producción industrial de la zona euro, que registró retrocesos significativos en noviembre. Así, el tono rojo se impuso al cierre de los parquets en toda Europa.

Las expectativas económicas tampoco auguran un mejor panorama para los próximos meses. La Caixa vaticinó que el PIB español bajará el 1,3% este año y que la tasa de paro alcanzará el 15%. Esta semana se conoció que el desempleo en España supera ya los 3 millones de personas. Ayer se supo que en EEUU la tasa alcanza el 7,2%, ligeramente por encima de las estimaciones iniciales. Con lo que las pérdidas también se instalaron en Wall Street tras conocerse este dato.

Con tanto argumento negativo, los inversores se decantaron por las ventas. En el mercado español, Cintra encabezó la lista de compañías del Ibex con pérdidas con una caída del 4,79%, seguida de Iberdrola y Acerinox, que perdieron el 2,51%, mientras que Mapfre cedió el 2,31%. Iberia comandó las ganancias del Ibex con una subida del 1,93%, seguida de Gamesa.

Entre los grandes valores, el BBVA y el Santander retrocedieron cerca del 1%, pese a que el primero colocó una emisión de bonos por 1.000 millones. Telefónica se dejó el 0,5% y Repsol YPF avanzó el 0,31%. Un resultado muy diferente experimentaron las inmobiliarias, con la excepción de Inmobiliaria del Sur, que perdió un 11%.