Pescadores, transportistas y agricultores europeos han comenzado a movilizarse para exigir a las autoridades de la Unión Europea (UE) y nacionales que adopten medidas urgentes para paliar la crisis de esos sectores, derivada del alza de los precios de los carburantes. La subida incontrolable del petróleo en los mercados mundiales ha puesto en cotas nunca vistas hasta ahora el gasóleo, un derivado del crudo usado por pesqueros, camiones y autobuses, y maquinaria agrícola, que puede repercutir muy negativamente en los precios de los alimentos.

El barril de crudo ha pasado a venderse de 67 dólares hace un año a cotas de 135 dólares en las últimas semanas, y el gasóleo ha subido un 230% en cinco años, como asegura la patronal pesquera española. La pesca es la que ha notado antes y más la crisis, y sus representantes, armadores y cofradías en España, Portugal, Italia y Francia han empezado a salir a la calle para protestar y en algunos casos a amarrar la flota, al hacer los costos inviables. Pescadores franceses, españoles e italianos se reunieron durante la semana en París y acordaron establecer un calendario de movilizaciones para presionar a los ministros de Pesca de la UE, que se reunirán el 23 de junio en Luxemburgo.

Exigen modificar las reglas sobre las subvenciones, reflexionar sobre la dependencia petrolera del sector -lo que obligaría a reestructurar el sector-, y elevar los "mínimis" (límites de ayudas) de los 30.000 euros actuales a 100.000 por barco. En Francia, varios puertos han sido bloqueados por pescadores franceses, sobre todo los del mar Mediterráneo, para impedir la salida de la flota, y en algunos casos han derivado en disturbios con las fuerzas de seguridad. En España, los armadores de Cataluña decidieron usar el desabastecimiento de pescado como arma contra la crisis, al amarrar hoy la flota y no abrir las lonjas, y durante la semana varias cofradías de pescadores han iniciado huelgas indefinidas. En Galicia y Andalucía también han adoptado medidas similares.

La patronal pesquera convocó para hoy una manifestación del sector ante el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Los armadores y pescadores portugueses paralizan desde hoy su actividad por tiempo indefinido, lo que puede afectar a 7.000 embarcaciones. El sector del transporte, igual que el pesquero, padece en sus carnes el alza del gasóleo, y amenaza con paralizar su actividad en las próximas semanas. La OTRE, una organización francesa de camioneros que agrupa a 4.500 pymes, amenaza con movilizaciones en caso de que su Gobierno no baje el precio del gasóleo. Los agricultores franceses también han comenzado a movilizarse.

En España, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte, que agrupa al 18% de los transportistas y a 70.000 vehículos, ha convocado un paro a partir del 8 de junio. Hasta la Federación Española de Transporte de Viajeros (Asintra) pide un IVA "surperreducido" para paliar los costes de carburantes en los viajes en autobús. Los transportistas del Reino Unido, el país que más gravamen aplica a los combustibles de Europa, protestaron durante la semana en Londres y Gales por el encarecimiento de los carburantes. Ante este revuelo, la UE toma conciencia del problema, pero sin adoptar medidas concretas.

El Parlamento Europeo debatirá en junio la situación pesquera, el problema de los carburantes y los bajos precios de los productos del mar. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció que propondrá a sus socios europeos limitar el IVA que se aplica a los combustibles a partir de un determinado precio del petróleo, para limitar su impacto en el poder adquisitivo. Pero el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, respondió que es legítimo ayudar a los sectores afectados por el alto precio del crudo, pero desestimó adoptar medidas fiscales que oculten que se ha entrado en un periodo de "energía cara".