El precio del petróleo bajó ayer de los 60 dólares por barril tanto en Nueva York como en Londres. El West Texas, principal referencia estadounidense, llegó a pagarse a 59,20, tras descender 1,83 dólares, el precio más bajo desde febrero. Igualmente, el Brent --referencia europea--, llegó a cotizar a 58,37 dólares, tras ceder más de un dólar y medio.

La evolución bajista del mercado energético tuvo un efecto contrario en la Bolsa de Nueva York. El indicador Dow Jones superó el máximo absoluto, establecido en 11,722,9 puntos en enero del 2000, pese a las pérdidas iniciales.

"La situación no es muy novedosa", comentó Alvaro Mazarraza, portavoz de la Asociación de Operadores Petroleros (AOP), "los descensos se iniciaron en agosto, aunque estos días se confirma que las existencias, sobre todo en EEUU, son más elevadas de lo que se podía pensar".

El aumento de los estocs ha provocado que dos países de la OPEP, Venezuela y Nigeria, se hayan planteado reducir la producción para incrementar de nuevo los precios. No obstante, el peso de esos dos estados en la OPEP es muy pequeño como para desestabilizar toda la producción.