Hasta julio parecía carecer de techo, ahora es como si no tuviera ningún suelo. La cotización del barril de petróleo Brent, la calidad de referencia en Europa, bajó ayer hasta el nivel de los 48 dólares, un precio que no se veía desde mayo del 2005.

La caída acumulada por el crudo desde el récord histórico del verano (147,50 dólares) supera el 67%, más de un tercio de su valor. La recesión en los principales países industrializados ha ralentizado la demanda, lo que, junto a las malas perspectivas, ha castigado los precios.

Tanto es así que algunas grandes petroleras, como la china CNOOC, ya han previsto que el barril se sitúe en breve en torno a los 40 dólares. Lo dijo esta semana en Barcelona, donde asistió a un encuentro empresarial, el principal ejecutivo de esta compañía, Fu Chengyu.

TRASLACION AL CONSUMIDOR Aunque la evolución de los productos derivados del crudo en los mercados mayoristas ha ido pareja a la del barril, los consumidores tienen la sensación de que los precios de venta no han bajado con tanta celeridad. El gasóleo, el carburante más consumido, se situó ayer en torno a 1,005 euros, todavía por encima del umbral del euro. Desde el momento álgido de la cotización del barril, en el que el diésel llegó a 1,355 euros por litro, se ha abaratado el 26%.

La bajada de la gasolina es mayor. El precio del litro se fijó ayer en varias gasolineras en torno a 0,945 euros, el 27% menos que el máximo de casi 1,30 euros de julio y casi al mismo precio que tenía en mayo del 2005.

La última vez que el barril de petróleo cotizó en los 48 dólares, en las estaciones de servicio españolas aún se vendía gasolina súper de 97 octanos a 1,017 euros. Fue el último año de existencia de este carburante. En esa etapa, el gasóleo tenía un precio de 87 céntimos por litro, el 14% menos que en la actualidad.