La mayor petrolera rusa, Yukos, informó ayer de que se declarará en quiebra en agosto si no consigue recaudar el dinero necesario para abonar su importante deuda con el Estado. "La compañía ha conseguido cubrir su déficit monetario en julio y no podría seguir haciéndolo más allá de mediados de agosto", advirtió la petrolera.

Las autoridades fiscales rusas exigen a Yukos el pago de más de 5.000 millones de euros (831.930 millones de pesetas) en impuestos impagados. "Si las negociaciones con el Estado no logran el resultado buscado, Yukos se verá obligada a declarar la bancarrota", dijo el grupo.

La petrolera invitó a un "hombre del Estado" a ocupar el puesto del presidente del consejo de los directores de la compañía, en un intento de pactar con el Kremlin.