El PIB de Alemania crecó un 0,4% en el segundo trimestre del año respecto del anterior, lo que representa un retroceso en el ritmo de progreso, pues en el primer trimestre había crecido un 0,7%.

Según el dato de la oficina de estadística alemana, el crecimiento en el segundo trimestre respecto del año anterior fue del 3,1%.

El crecimiento fue debido principalmente al comercio exterior y por la demanda interna: las exportaciones subieron un 1,2%, mientras que las importaciones retrocedieron ligeramente.

El menor crecimiento fue motivado también por la caída en las inversiones de las empresas en maquinaria y equipamientos, así como en el sector de la construcción.