La economía española registró un crecimiento anual del 3,7% en el tercer trimestre del ejercicio, con lo que sigue su proceso de desaceleración suave. Según los datos del Banco de España, el ritmo de mejora del producto interior bruto (PIB) descendió en tres décimas frente al trimestre anterior. Estos cálculos coinciden con los avanzados por el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que el día anterior situó entre el 3,7% y el 3,8% el crecimiento anual de julio a septiembre.

El Banco de España atribuye la desaceleración a la "menor pujanza" de la demanda interna, cuya expansión (4,3% en tasa interanual) fue en el tercer trimestre tres décimas inferior debido a la moderación del consumo privado y de la inversión en bienes de equipo y construcción.

La entidad advirtió de los posibles efectos negativos para la economía de una generalización de las cláusulas de revisión salarial. Solbes tildó de "correctos" los planteamientos del Banco de España y dijo que ligar los salarios al aumento del IPC sin tener en cuenta las mejoras de productividad puede mermar la competitividad empresarial.

No obstante, admitió que las negociaciones salariales han sido "prudentes". Estas advertencias se producen después de que el vicepresidente calificara de "mala noticia sin paliativos" el alza de la inflación en nueve décimas, hasta el 3,6%, en octubre, según un avance del INE.