El producto interior bruto (PIB) estadounidense creció a un ritmo anual del 3,5% en el tercer trimestre del año, tres décimas más que lo calculado a finales de noviembre, informó este jueves el Departamento de Comercio.

Los analistas no eran tan optimistas y preveían un crecimiento del 3,3%, no obstante, aseguran que este ritmo es difícil de mantener para el último trimestre, para el que pronostican alrededor de un 2,2%.

La economía comenzó el año con un crecimiento débil, de apenas el 0,8 % entre enero y marzo, que se ha ido acelerando paulatinamente hasta el 1,4 % del segundo trimestre y el 3,5 % del tercero.

La semana pasada, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió incrementar los tipos de interés en 25 puntos básicos, situando la tasa en un rango estimado entre el 0,5% y el 0,75%, en lo que representó la primera subida de los tipos de interés en EEUU en el 2016 y la segunda en diez años, después de que en su reunión de diciembre de 2015 el organismo presidido por Janet Yellen iniciase la senda de una normalización monetaria que se vio frustrada por la inestabilidad de los mercados en la primera mitad de 2016 y por el 'brexit' en la segunda.

El FOMC prevé que a finales del 2017 los tipos de interés se sitúen entre el 1,25% y el 1,5%, lo que implicaría tres subidas de 0,25 puntos a lo largo de 2017, frente a las dos estimadas en las proyecciones de septiembre. De cara al 2018, la institución proyecta que la tasa de referencia de los fondos federales alcance el rango de entre el 2% y el 2,25% y que en el 2019 se incremente hasta un nivel entre el 2,75% y el 3%.