La economía de Estados Unidos creció en el primer trimestre del 2005 a un mayor ritmo del inicialmente estimado por el Departamento de Comercio. El producto interior bruto (PIB) subió un 3,5% entre enero y marzo de este año, frente al 3,1% establecido en la primera lectura de la actividad económica trimestral. El dato fue recibido con optimismo en la Bolsa de Nueva York, que en la apertura subió un 0,7%.

Las nuevas cifras se fundamentan en un agujero comercial menor de lo esperado en marzo. La compra de bienes y servicios contribuyeron a reducir el PIB, pero las exportaciones permitieron compensar la elevada entrada de productos foráneos. Pese a la revisión al alza, el crecimiento fue inferior al 3,8% registrado en el último trimestre del 2004. Estos últimos datos son suficientemente sólidos, según los expertos, pero no impiden pensar que en los próximos trimestres el crecimiento puede ser menor. "La desaceleración está entre las cartas de la baraja. Cabe esperar un crecimiento de entre el 3,25% y el 3,50% en el segundo trimestre, y del 3% al 3,25% en la segunda parte del año", comentó John Silvia, economista jefe de Wachovia Securities.

Algunos expertos insisten en que no se aprecia una aceleración de la economía, y que sólo algún factor externo puede contribuir a que la mejora se produzca. Pero esa visión no es compartida por Steven Wieting, economista de Citigroup, para quien la economía muestra la posibilidad de registrar un crecimiento mayor en la segunda parte del año. Para esta entidad, el PIB estadounidense puede subir un 3,7% anual.

Mientras, en Europa, el euro retrocedió ayer con fuerza frente al dólar, perjudicado por el avance del no a la Constitución europea en Francia en los últimas sondeos, a sólo tres días del referendo. La divisa europea cotizó en el mercado de Fráncfort a 1,2507 dólares, mientras que el Banco Central Europeo fijó el cambio en 1,2523 dólares.