La economía francesa caerá alrededor de un 20% en el segundo trimestre, después del retroceso del 5,8% en el primero, y en el conjunto del año el descenso del producto interior bruto (PIB) será de al menos un 8%, según el Instituto Nacional de Estadística (INSEE). En su primer informe de coyuntura desde el comienzo de la desescalada, publicado este miércoles, el INSEE señala que eso significa que Francia vivirá la recesión más profunda desde que se inició la serie estadística de las cuentas nacionales en 1948.

Calcula que la actividad es en la actualidad es en torno a un 21% inferior a la situación anterior de la crisis, cuando a comienzos de mes había estimado que la pérdida era del 33%. Constata así una clara recuperación económica desde ese inicio del desconfinamiento el 11 de mayo, en particular con un repunte del consumo, más marcado que en Italia o en España.

El nivel del consumo, de esa forma, es un 6% más bajo que el existente antes de la crisis, cuando era un 32% inferior a comienzos de mes. Los autores del informe insisten en que una parte de ese repunte es puntual y corresponde a compras aplazadas. Por eso reconocen no ser capaces de deducir cuál será la evolución en las próximas semanas. Partiendo del supuesto de que la economía francesa recupere en junio una tercera parte de la brecha que le separa de la cadencia que tenía antes de la crisis, el PIB del segundo trimestre bajará alrededor del 20%. Y aunque se volviera en julio a una situación similar a la que había antes del choque del coronavirus, la pérdida en el conjunto del año sería del 8%.

El INSEE subraya que como ese retorno rápido a la normalidad "parece poco realista", la caída del PIB en el 2020 será "seguramente" superior a esa cifra. De acuerdo con sus estimaciones, la disminución de la actividad respecto a la normal fue del 35% en abril de media, del 25% en mayo y será del 14% en junio.