El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del Reino Unido en el segundo trimestre del año fue revisado ayer al alza, del 1,1% al 1,2%.

Según la Oficina Nacional de Estadísticas, esta revisión tiene que ver con la mejora en el sector de la construcción, cuyo volumen de producción aumentó el 8,5% entre abril y junio, con respecto al mismo periodo del año anterior. El crecimiento de este sector, que incidió de manera positiva en la contabilidad de la producción industrial, fue revisado también al alza, ya que la primera estimación es que había experimentado un aumento del 6,6%.

El crecimiento del 1,2% es la tasa más alta para el PIB británico desde el primer trimestre del 2001 y la del 8,5% para la construcción, la más elevada desde 1963. El consumo familiar creció el 0,7% y el gasto público lo hizo el 0,3%.

Un portavoz del Tesoro manifestó: "El Gobierno es optimista con cautela sobre la marcha de la economía. El trabajo aún no está hecho. La prioridad es aplicar las políticas presupuestarias que cimenten el reequilibrio de la economía". Estas políticas pueden frenar el crecimiento a corto plazo según destacó el economista Malucón Barr, de JP Morgan. Según Barr, "tras la cancelación por el Gobierno de parte del gasto en infraestructuras públicas, sería imprudente esperar otra subida importante del PIB".