Francisco González (FG). Ha sido el abanderado de los códigos de buen gobierno, en un intento de lavar la imagen del BBVA después de los escándalos judiciales del 2002. La transparencia y la ética se han convertido en la prédica del conjunto de su gestión y, sin embargo, la comisión de remuneraciones no le ha dejado detallar los pagos a los consejeros, por "seguridad". Francisco González ha mantenido el blindaje para llegar a la presidencia del banco.