El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, defendió ayer al Gobierno de todas las críticas procedentes de Cataluña que le acusan de estar tras el veto a la fusión de Gas Natural con Iberdrola. En declaraciones hechas durante la inauguración de la Feria del Espárrago de Gav (Barcelona), Piqué aseguró que "si alguien intenta politizar esta cuestión se equivoca" y además "está engañando a los ciudadanos".

En opinión del ministro, "hacer lecturas de carácter territorial de temas empresariales es un error propio de gente con mentalidad intervencionista". Añadió que es el gobierno de CiU en Cataluña el que "ha demostrado realmente su intervención en muchas actuaciones catalanas en los últimos años, como en el caso de las autopistas".

Por su parte, el presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, atribuyó la decisión de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que vetó la operación, a "un ataque más de la imposición centralista del Gobierno". Pujol afirmó que "un personaje importante de Madrid" le comentó hace unos días: "¿Pretende usted que la empresa energética más importante de España tenga su sede en Barcelona? Tiene que estar en Madrid".

ESTUDIO DEL CONTENIDO

Al margen de pugnas políticas, los abogados de Gas Natural empezaron en la noche del miércoles a analizar el contenido de la resolución de la CNE. La compañía estudiará con detenimiento los argumentos antes de decidirse entre retirar la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre Iberdrola o recurrir la decisión ante el Ministerio de Economía. La compañía no se pronunciará hasta el lunes, según un portavoz.

La primera de las posibilidades, la retirada del proyecto, tiene más posibilidades, ya que un recurso abriría un conflicto de imprevisibles consecuencias. Con todo, no se descarta ninguna opción hasta conocer la resolución.