El nuevo Consejo de Ministros aprobará el viernes el anunciado plan de medidas urgentes frente a la desaceleración económica que inyectará 10.000 millones de euros (el 1% del PIB) a familias y empresas. Así lo cuantificó ayer el vicepresidente económico, Pedro Solbes, en la rueda de prensa posterior a la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI), en Washington.

El paquete de medidas incluye la rebaja fiscal de 400 euros para trabajadores, pensionistas y autónomos. La mitad, 200 euros, se cobrará en junio, y el resto en las otras seis nóminas (33,3 euros cada mes). Esta iniciativa costará unos 6.000 millones de euros al erario público, según el Ministerio de Hacienda.

El resto de las medidas que integran el plan --hasta completar los 10.000 millones-- fueron apuntadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate de investidura. Buena parte de ellas buscan reactivar el sector de la construcción, sobre el que se ceba la desaceleración económica.

Zapatero aludió a un plan para rehabilitar viviendas en barrios antiguos y a la reducción de la carga fiscal para la rehabilitación. El programa socialista incluía bajar del 16% al 7% el IVA de las pequeñas obras de rehabilitación (incluidas las domésticas). Esta medida podría servir para reactivar el empleo en un sector donde crece el número de parados y donde, cada vez más, estos se reconvierten en autónomos para pequeñas obras. El plan anticrisis enunciado por Zapatero incluye medidas para recolocar parados procedentes de la construcción y el refuerzo de la cobertura por desempleo en este sector. A los inmigrantes se les permitirá cobrar la prestación por desempleo de una vez si retornan a su país. El presidente también habló de acelerar la licitación de la obra pública y de avales para facilitar el acceso a financiación por parte de las promotoras de VPO, así como del adelanto de la devolución del IVA a las empresas.

PROYECCIONES PESIMISTAS En Washington, Solbes afirmó que las previsiones del FMI que le dan a España un crecimiento del 1,8% para este año y del 1,7% para el 2009 (unas cifras muy inferiores a las que maneja el Gobierno) no son "realistas". "Hay riesgos para la economía española pero la realidad que predica el FMI no es la que nosotros estamos viendo", dijo Solbes.

Según el vicepresidente, el sistema financiero, la supervisión bancaria, la capitalización de empresas y familias, la flexibilidad del mercado de trabajo y "cuatro años de trabajo para mejorar la situación del país en términos fiscales" hacen que las previsiones del Gobierno sean más elevadas que las del Fondo. Por su parte, el nuevo director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quiere aprovechar la crisis financiera actual para volver a poner en el centro del juego mundial a esta institución tan cuestionada.