Una de las grandes diferencias, si no la principal, entre la economía española al principio de los 90, cuando comenzó la anterior crisis, y la actual es la población activa. En el primer trimestre del año pasado era de 22,5 millones de personas, el 45% más que los 15,5 millones de enero de 1991.

No es solo una cuestión numérica, sino que supone que aun con altas cifras de paro --4,4 millones ahora, frente a los 2,5 millones de finales de 1994--, la población activa es más elevada y que hay millones de personas con trabajo y con capacidad de consumo. Otra cosa es si parte de esa población es extranjera y se marcha.