La sesión comenzó a la baja pero enseguida se decantó por las subidas que se iniciaron en los 10.200 puntos el lunes pasado. La avalancha de resultados en Europa contaron más que la presión bajista de los bancos, tras el informe de Credit Suisse sobre el sector en el que pone en duda que las provisiones realizadas por el momento sean suficientes para la exposición al sector inmobiliario.

Aunque las cuentas de Société Générale y Daimler, pese a ser las más esperadas, fueron decepcionantes, el resto de los resultados de compañías industriales satisficieron al mercado hasta el punto de irse a zona de máximo intradía sobre los 10.500 puntos.

Tras la batería de referencias empresariales, el interés pasó a Wall Street. La Bolsa de Nueva York comenzó con subidas, encadenando tres días seguidos de ganancias, aunque los datos macro estuvieron por debajo de lo esperado. Las peticiones semanales de empleo subieron en 31.000 demandas, mientras los precios de producción aumentaron el 1,4% en enero, frente al 0,9% que esperaban los analistas. Las bolsas europeas volvieron a situarse en positivo tras la estela de Wall Street. El selectivo español volvió a tocar resistencias claves en zona de máximos sobre los 10.580 puntos, pero cerró en 10.574 puntos, tras subir el 0,72%. Todos los grandes valores subieron: Telefónica, el 1,57%; Repsol, el 1,31%; Banco Santander, el 0,81%; Iberdrola, el 0,6%; y BBVA, el 0,25%. El principal avance del Ibex correspondió a Arcelor, el 2,27%, por el repunte de las materias primas, la misma subida que logró OHL, mientras que Indra ganó el 1,97% por una recomendación y tras obtener un contrato en Omán. La banca mediana registró caídas por el informe de Credit Suisse: Bankinter cedió el 1,71% y el Popular, el 1,1%.

El petróleo Brent se encareció más del 1%, hasta los 77 dólares. La rentabilidad del bono español subió al 4,025%, aunque el diferencial con el bono alemán se redujo a 77 puntos básicos.