"Nada malo hay en cambiar cuando se cambia en la dirección adecuada", dijo ayer el consejero delegado del Banco Popular, Angel Ron, parafraseando a Winston Churchill. El Popular ha cambiado de estrategia tras la integración del portugués Banco Nacional de Crédito (BNC) y anunció que seguirá realizando compras entre los bancos medianos de España y Portugal.

"Tenemos voluntad de ser más grandes, más fuertes y más rentables", insistió Ron, durante una presentación de resultados repleta de satisfacciones, alusiones elegantes a la competencia y el aval de un aumento de los beneficios del 12,8%, 714 millones de euros más que el año anterior. Para completar este escenario presentó un proyecto estratégico (Plan Suma ) para los próximos tres años, también retador: 1.000 millones de beneficios para el 2006 y 1.000 días para lograrlo.

Algunos bancos medianos son atractivos para el Popular, si con ellos logra ganar cuota de mercado. Tras recordar que tienen cinco filiales con fuerte implantación regional (el Banco Andalucía, Castilla, Vasconia, Crédito Balear y Castilla) aceptó que la compra del Guipuzcoano resulta interesante.