Portugal no se libra del contagio de la crisis de la deuda, lo que se refleja en la evolución en los mercados tanto de la renta fija como de la renta variable. Los inversores exigían ayer al Gobierno una rentabilidad de 6,91% para el bono a 10 años, lo que significa un diferencial con el bono alemán de 435. Asimismo, el índice PSI de la bolsa de Lisboa cedió ayer el 2,22%.

Bélgica también ha resultado afectada. El principal índice bursátil cedió ayer más del 2,24%. Además, la deuda se ha visto presionada: la rentabilidad del bono subió al 3,53%.