La rebaja del rating de Portugal por parte de Fitch hizo saltar las alarmas en los mercados, particularmente en el español. Los inversores asumen que tras Grecia y Portugal, viene España. Así, el diferencial del bono a 10 años con respecto al alemán se movió al alza, mientras que la renta variable se fue a la baja, con descensos superiores a los del resto de mercados europeos, algunos de los cuales incluso cerraron con ganancias. El caso es que la situación de la deuda se impuso a un excelente IFO alemán. En marzo mejoraron por encima de lo esperado las expectativas de negocio en la primera economía europea.

En las últimas semanas, las novedades en torno a la situación fiscal de los países periféricos de la UE determina la tendencia de los índices. Desde primera hora de ayer, la atención se centró en Grecia y en las posibles medidas de concreción que pudieran tomarse en los encuentros previos a la reunión de jefes de Estado de la UE que tendrá lugar a partir de hoy. Sin embargo, la noticia de que Fitch recortaba la calificación de Portugal modificó ligeramente el escenario, lo que intensificó las pérdidas en las bolsas más castigadas por la situación presupuestaria de los países de la UE.

Los mercados de divisas recibieron la noticia de Portugal con descensos del cambio del euro frente al dólar hasta el nivel más bajo desde el mes de mayo del 2009 (1,33 dólares).

En España, Galán señaló que solo cederá el control de Iberdrola (-1,3%) ante una OPA; el BBVA (-1,4%) emitió cédulas territoriales por 2.000 millones; el Popular (-0,7%) colocó 1.000 millones en cédulas hipotecarias; la CNMV francesa sancionó con 400.000 euros a Sacyr (-2,3%) y Telecinco (+2,8%) dijo que ha notado una recuperación de la publicidad. El Santander encabezó los descensos del Ibex y bajó el 2,70%. Tampoco resultaron bien parados Iberdrola, que perdió un 1,46%; Repsol, el 1,54%; Endesa, el 0,79%; y Telefónica, el 0,70%.