La bolsa española superó ayer un nuevo máximo al alcanzar el Ibex 35 --principal índice del mercado-- los 15.738 puntos con el ascenso diario del 0,86%, y del 9,5% en lo que va de año. Los grandes valores --Santander, Repsol y Telefónica-- pero también algunas constructoras que presentaron resultados se encargaron de elevar el listón de la renta variable. El parquet español se diferencia del resto de los grandes mercados europeos al seguir rompiendo máximos.

Las otras plazas muestran un optimismo más moderado: ayer subieron entre el 0,3% y el 0,7%, pero no han conseguido sobrepasar sus últimos máximos. La expectativa de que la Reserva Federal de EEUU reduzca de nuevo los tipos de interés en la reunión de dos días que se inicia hoy, se une a los buenos resultados empresariales. Tipos de interés bajos y expectativas de crecimiento empresarial impulsan las bolsas.

Además, la crisis hipotecaria parece superada desde el punto de vista bursátil "al ponerse todos los medios por parte de la autoridad monetaria e interpretarse que la situación era manejable una vez que salieron a la luz los problemas de las entidades financieras", comentó Javier Agrela, analista del Banco Urquijo. Los analistas consideran que el momento es bueno, puesto que la recta final del año "es un periodo caracterizado por subidas debido a una fase de mayor liquidez", comenta.

Los mercados no prevén ahora que empeoren las condiciones macroeconómicas a medio plazo. "Aunque no se han recogido los efectos de la crisis en la economía real y esta tiende a moderar el crecimiento con revisiones a la baja, el escenario más probable aún es de aterrizaje suave de la economía americana", explica Agrela. Los mercados confían en esta hipótesis y ven improbable un empeoramiento. En este entorno, los blue chip españoles se recuperan de los descuentos de cotización acumulados mientras los inversores se concentraron en el sector del ladrillo.