Los multimillonarios disminuyeron el año pasado sus inversiones en Norteamérica en beneficio de la región de Asia-Pacífico. A pesar de que los estadounidenses acapararon el 44% del total de las inversiones (frente al 46% del año anterior), las personas más pudientes del mundo optaron por los países emergentes del Oriente.

De esta forma, la región asiática ha superado por primera vez a Europa, al pasar de un 21% a un 23% del total de inversiones. El viejo continente bastante hizo con retener el 22% de los activos mundiales controlados por los particulares con patrimonios elevados.