Bob Malone, presidente de British Petroleum (BP) America, se ha disculpado públicamente por el cierre temporal del mayor campo petrolífero de Estados Unidos, en Prudhoe Bay (Alaska). "Lamentamos haber tenido que tomar esta drástica decisión. Pido disculpas por el impacto que ha causado en el país y en el Estado de Alaska", ha declarado el alto directivo desde Anchorage.

El descubrimiento de la corrosión en sus instalaciones tras detectar un vertido en una de sus líneas de transporte del crudo es la última pesadilla de BP, la compañía británica cuyas operaciones en EEUU superan a las de Exxon Mobil. Sus otros problemas vienen de Washington, donde el Senado se niega a ampliar las perforaciones en North Slope y en el área del Artic National Wildlife Refuge por razones medioambientales. "Es preocupante que BP haya dejado que se deteriore su oleoducto hasta el punto de tener que cerrar buena parte de su producción", comentó el demócrata John Dingell, de la Comisión de Energía del Congreso.

Inexplicable

Portavoces de BP dicen que el suceso les ha cogido por sorpresa. "No nos lo podemos explicar", afirmó el portavoz Ronie Chappell. Pero Financial Times ha publicado que, hace dos años, representantes de los trabajadores informaron por escrito del problema al consejo de BP y sus ejecutivos en Londres. Chappell reconoció que los tubos donde se había detectado la corrosión no fueron inspeccionados con el llamado smart pig , un aparato que viaja por el interior del oleoducto para medir el grosor de las paredes. Después del vertido de marzo, la Administración ordenó inspecciones que detectaron pérdidas de hasta el 80% en el grosor del acero. En una zona se habían filtrado casi cinco barriles de crudo.

No se sabe cuándo se reanudará la actividad en este campo, que produce 400.000 barriles diarios (un 8% del crudo estadounidense). Será necesario para ello reemplazar los casi 26 kilómetros de tubos que conectan el campo de Prudhoe Bay con el oleoducto Trans-Alaska. Los analistas prevén un paro de tres meses.

Bill Hedges, experto de BP, explicó que las tuberías de Prudhoe Bay fueron diseñadas para durar 25 años y llevan ya 29. La compañía invertirá 72 millones de dólares este año contra la corrosión, pero sus esfuerzos no convencen a congresistas como Edward J. Markey: "Con el petróleo por encima de los 70 dólares y beneficios récord en BP, creo que puede permitirse una limpieza de sus instalaciones". "Teníamos muy claro que esto iba a ocurrir. Las compañías no invierten un solo dólar en sus instalaciones", dice Charles Clusen, director del consejo para la defensa de los recursos de Alaska, donde el 89% de los ingresos proceden del petróleo. Cada día de cierre se perderán 6,4 millones de dólares en tasas.