La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha explicado hoy que su partido "no va a apoyar una huelga general, porque sabe que no es buena para la situación económica del país".

Tras una conferencia-coloquio en Tribuna Barcelona, De Cospedal se ha desmarcado así de la huelga general en protesta por la reforma laboral convocada por los sindicatos para el 29 de septiembre.

Durante el coloquio, De Cospedal ha evitado avanzar cuál será la posición del PP con respecto a la reforma laboral del Gobierno, ya que, ha asegurado, aún desconoce "el contenido exacto" de la propuesta.

La secretaria general del PP ha explicado que durante la reunión de esta mañana entre el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, este "se ha limitado a preguntar qué va a hacer" el PP ante el decreto de la reforma laboral.

El PP ha indicado que esperará a la publicación del decreto ley de reforma laboral para decidir si apoya el texto el próximo día 22.

De Cospedal se ha mostrado crítica con la propuesta inicial del Gobierno, ya que, en su opinión, representa una reforma "muy parcial", insuficiente: "Hay muchas cuestiones pendientes que son muy trascendentales", ha avisado.

"No aborda la problemática de la negociación colectiva ni de la formación profesional. No aborda de verdad y con seriedad el tema del trabajo a tiempo parcial. No fomenta de verdad la contratación para los jóvenes", ha denunciado.

Según De Cospedal, la reforma debe permitir mayor "flexibilidad para el empresario y mayor estabilidad para los trabajadores".

La secretaria general del PP ha advertido de que, si el Gobierno no aprovecha la oportunidad que se le presenta con esta crisis para emprender reformas estructurales a fondo, condenará a España a un "estancamiento" posterior a la recesión económica.

Para De Cospedal, las reformas prioritarias son la laboral y la del sistema financiero, pero también ve necesarias reformas en educación, energía y justicia.

El Gobierno, ha recalcado, tiene que ser "valiente" y no tomar simplemente medidas "parche" para intentar calmar a los organismos europeos, porque "pasado mañana pueden venir a decir que lo aprobado no vale para nada".

En su opinión, "las reformas tienen que ser constantes y continuas" porque "el riesgo de no hacer nada, a veces, es mucho mayor que el riesgo de emprender políticas equivocadas".

Otra reforma que considera necesaria consiste en revisar el sector público español para recortar la "cantidad ilimitada" de organismos e instancias administrativas municipales, autonómicas o estatales, que conllevan un gasto propio de "país multimillonario".