La tormenta desatada por el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, sobre la sostenibilidad de las pensiones tendrá consecuencias prácticas. Mariano Rajoy anunció ayer que ha logrado el apoyo de cuatro grupos para que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, comparezca en la Comisión parlamentaria de seguimiento del Pacto de Toledo. El objetivo, según el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, es que el ministro aporte su diagnóstico del sistema y sus propuestas de reforma a partir de las líneas acordadas desde 1996 en el Pacto de Toledo.

El PP también ha concitado el apoyo de grupos para que la comisión parlamentaria dé por finalizados sus trabajos de análisis y evaluación y se reúna el Pacto de Toledo para trabajar ya sobre reformas concretas. Para lograr este objetivo, será definitivo el voto de CiU. "Lo que ha dicho el gobernador es de puro sentido común: hay que actualizar el Pacto de Toledo y hay que actualizar un marco de pensiones sostenible y justo", dijo Rajoy. La afirmación del gobernador del Banco de España de que la Seguridad Social puede dejar de generar superávit "dentro de un año" (no "durante este año", como figuraba en su discurso escrito) irritó al Gobierno y provocó la respuesta airada del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

REACCION MAS SUAVE La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, templó ayer el tono que había usado Corbacho el día anterior. De la Vega situó la divergencia "dentro de la absoluta normalidad institucional".