Los expertos se preguntan si tiene límite la caída del petróleo. Y más después de que ayer el barril de Brent, la calidad de referencia en Europa, siguiera bajando hasta llegar a situarse en el nivel alcanzado hace casi cuatro años, en febrero del 2005 (44,87 dólares). Los últimos datos que reflejaron un sorpresivo descenso de las existencias de productos petrolíferos en EEUU, cuando todos los analistas esperaban un incremento debido a la caída de la demanda, frenaron momentáneamente el desplome de la cotización. Pero la tendencia de fondo sigue a la baja. El temor a que la crisis reduzca sustancialmente la demanda hace cada vez más intensa la espiral bajista, que ha situado el precio del barril un 70% por debajo del récord de 147,50 dólares que alcanzó el pasado 11 de julio. La caída constante del barril de petróleo se ha traducido también en recortes del precio de venta de los carburantes. El gasóleo ha perdido la cota del euro y su precio más habitual se encuentra entre los 97 y 98 céntimos por litro. El litro de gasolina se vende en torno a los 94 ó 95 céntimos.

Ni siquiera las informaciones de países de la OPEP, el cártel exportador que copa en torno al 40% de la oferta mundial, según las cuales acordarán reducir su producción en la reunión que mantendrán el próximo día 17, logró parar la debacle.

La espiral bajista afecta también al conjunto de las materias primas que, después de alcanzar máximos históricos en la primera parte del año, llegaron ayer a los niveles de hace seis años, según el índice sintético Reuters-Jefferies CRB citado por el Financial Times.

TENDENCIA DE COTIZACION La tendencia de la cotización se aleja sustancialmente de los precios que persigue la OPEP, que se sitúan entre los 70 y los 80 dólares. Y es que este grupo de países, encabezados por Arabia Saudí, que copa el 29% de los ingresos totales en el sector, se juega mucho con el petróleo.