Los carburantes vuelven a acercarse a las cotas récord que alcanzaron entre abril y mayo pasados, tras unas semanas de tendencia a la baja o de mayor moderación. El gasóleo vuelve a rozar la cota media del euro por litro, aunque no la ha alcanzado todavía, después de unas semanas de tranquilidad tras haber superado con creces ese nivel durante la primavera pasada, según apuntan los datos de distintas redes de estaciones de servicio y de la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), patronal de las petroleras.

El litro de gasóleo se mueve en la actualidad en torno a la media de 97 y 99 céntimos (161 y 165 pesetas) por litro, mientras que la gasolina sin plomo de 95 octanos se sitúa entre 1,08 y 1,1 euros por litro (180 y 183 pesetas). Las cotas máximas de ambos carburantes se alcanzaron a finales de abril, con una gasolina por encima de 1,11 euros y un gasóleo que llegó incluso a 1,025 euros por litro durante las mismas fechas y gran parte de mayo. A principios de mayo pasado el contrato de futuro del barril de Brent, la calidad de referencia en Europa, rozó la marca sin precedentes de los 75 dólares.

EL TRIPLE QUE LA INFLACION El carburante diésel acumula en lo que va de año un incremento de en torno al 8% y la gasolina, de alrededor del 10%. Con respecto a hace un año, los precios de la gasolina acumulan un aumento del 16%, y el del gasóleo, de más del 12%. Son incrementos que sobrepasan el triple de la tasa de inflación interanual y que han influido en el alza global de los precios de consumo.

En este contexto, el Ministerio de Industria ha dejado de publicar los precios medios de venta al público de los carburantes a escala nacional, si bien sigue dando datos sobre las estaciones de servicio más baratas. "Los datos medios que se estaban publicando no eran medias ponderadas, es decir, se dividían las ventas por el número de gasolineras sin tener en cuenta otras variables, como cantidades de venta por gasolineras, para poder compararlas. Por eso los técnicos decidieron retirarlas", según un portavoz del ministerio.

La decisión venía aconsejada "porque los precios de las gasolinas estaban pensados como servicio a los ciudadanos. Lo que le interesa al consumidor es cuánto vale la sin plomo o el gasóleo en las gasolineras de cerca de su domicilio, no la media de toda España", agregó.

La media nacional pierde además aún más significado si se tiene en cuenta que algunas comunidades aplican un recargo sobre los precios para financiar la sanidad.