Los precios de venta al público de pan, leche y huevos subieron con fuerza en el 2007, pero algo menos que sus respectivas materias primas. Según los datos del Ministerio de Industria, la barra de pan de cuarto subió el 10% (hasta 66 céntimos de media), pero el trigo lo hizo el 47%. La leche entera se incrementó el 26% (hasta 97 céntimos), pero el precio al ganadero lo hizo el 47% (hasta 46 céntimos). Los huevos subieron el 6,5% (a 1,30 euros), pero el precio al ganadero lo hizo el 28% (a 1,08 euros).

Estos datos apuntan que en estos casos, al menos, los intermediarios --la industria, el comercio mayorista o el minorista-- asumieron una parte del aumento de los costes. Quizá para compensar el exceso de márgenes aplicados en otras épocas.

Pero los datos no indican siempre la misma tendencia. Hay excepciones. En el caso del pollo, por ejemplo, el precio final ha crecido el 25% hasta un promedio de 3,03 euros el kilo, mientras que las cantidades percibidas por el ganadero apenas lo han hecho el 4,3% (1,07 euros cada kilo). En medio, hay casi dos euros de incremento.

Algo parecido sucede con las patatas. Su precio al ganadero bajó el 33% durante el 2007 (a 18 céntimos), pero el de venta al público subió: el 1,5%, hasta 64 céntimos (3,5 veces más, en un producto de escasa elaboración).

INVESTIGACION La subida tan fuerte de alimentos básicos como pan, leche, huevos, pollo y hortalizas es culpable de un tercio de la elevada inflación española (los otros dos tercios tienen que ver con los carburantes y la hostelería). La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha abierto una investigación para averiguar si desde que el producto sale del campo hasta el consumidor hay prácticas abusivas, y el presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado la creación de un observatorio de precios. El vicepresidente Pedro Solbes ha ligado el problema de la inflación a unos elevados márgenes de la distribución.

Es difícil señalar al culpable. La subida del precio pagado a agricultores y ganaderos se justifica por el fuerte aumento de la demanda internacional de alimentos y por el incremento de los costes. Según datos de Agricultura, el pienso del vacuno de leche ha subido el 27% y el avícola, el 20%. El coste en carburantes se ha incrementado el 20%, y el de los fertilizantes se ha duplicado. Pero, mientras que en España los precios de los alimentos subieron el 6,6%, según el IPC armonizado, en la zona euro lo hicieron el 4,8% (con un mínimo del 1,7% en Portugal).

Los ganaderos calculan que los costes fijos de producir un litro de leche han subido "entre 6 y 10 céntimos en un año", según Román Santalla, secretario de Ganadería de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). En el caso del pan, la subida del trigo, del 47%, no justifica su encarecimiento.