La presidencia de la Unión Europea (UE) presentó ayer una nueva propuesta de compromiso para el próximo marco presupuestario del periodo 2007-2013, que restringe las ayudas regionales y de cohesión y desoye las mejoras reclamadas por el Ejecutivo español. Las reivindicaciones planteadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al presidente de turno de la UE, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, el pasado martes no han sido incluidas en el documento, al que tuvo acceso este diario.

La nueva propuesta se acerca todavía más que la anterior a la exigencia de los gobiernos de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Holanda, Suecia y Austria de congelar el presupuesto al 1% de la renta europea, ya que limita el gasto comunitario al 1,06%, frente al mínimo del 1,14% que defiende la Comisión Europea para asegurar el normal funcionamiento de la Unión.

ESCASO MARGEN Las ayudas regionales y de cohesión se restringen a 305.000 millones de euros en el conjunto de los siete años para una UE de 27 estados miembros, 33.700 millones de euros menos de los presupuestados por la Comisión Europea. La concentración del 82% de las ayudas en las regiones pobres reduce al mínimo el dinero disponible durante los periodos transitorios que reclama España para las regiones que perderán ahora el derecho a esas ayudas, para la prórroga del fondo de cohesión y para las regiones con más dificultades.

La prórroga del fondo de cohesión se limita a dos años y el importe de la prórroga se deja en el aire. El fondo para el desarrollo rural en la UE se restringe a 73.000-75.000 millones de euros, frente los 88.800 millones previstos por la Comisión Europea. La ayuda para Canarias, como región ultraperiférica, se limita a 20 euros por habitante y año, la mitad de lo que reclama el Ejecutivo de Zapatero. La partida agraria solamente se amplía en 2.000 millones de euros para financiar la incorporación de Bulgaria y Rumanía, cuatro veces menos de lo recomendado por el Ejecutivo comunitario.

MENOS INNOVACION Los mayores recortes se producen en la partida de competitividad para el crecimiento y el empleo, que se reduce a 73.900 millones de euros en los siete años, frente a los 132.700 millones previstos por la Comisión Europea. La presidencia de la UE también recorta a la mitad las partidas destinadas a justicia e interior y a la política exterior europea.

La propuesta modifica el actual sistema de cálculo de la devolución parcial de las contribuciones británicas, que supone en la práctica un recorte del cheque británico en el 2007, para situarlo en 4.670 millones de euros y colocarlo en una senda decreciente. La presidencia de la Unión Europea plantea, además, limitar las contribuciones de Alemania, Holanda y Suecia.