El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, considera que España debe implementar nuevas medidas estructurales, al tiempo que pide a los socios de la Unión Europea que apliquen una política fiscal "sólida" en uno de los momentos más convulsos vividos desde la creación del euro. En una entrevista concedida al diario "Expansión" apenas mes y medio antes de que deje su cargo al italiano Mario Draghi, Trichet destacó que, pese a los ataques sufridos, la moneda única es "sólida y creíble" y "ha garantizado la estabilidad de precios" en la UE "mejor que las monedas nacionales".

En cuanto a la grave crisis que atraviesa Grecia, con su economía al borde de la quiebra, Trichet consideró "absolutamente imprescindible" que el país cumpla su programa de ajuste y todos los objetivos acordados el pasado 21 de julio en la cumbre europea de Bruselas. En cuanto a España, Trichet advirtió que deberá seguir poniendo especial atención en aplicar "resueltamente nuevas reformas estructurales con el fin de obtener un crecimiento potencial tan alto como sea posible, mejorar su productividad y poder restaurar la confianza de los inversores".

Sobre la salida del BCE del economista jefe Jürgen Stark, que dejó su cargo el 16 de septiembre al parecer por diferencias con Trichet sobre la compra de bonos soberanos realizada este verano, aseguró que "ha sido un compañero maravilloso" durante los últimos 18 años y destacó su "constante lealtad" a la institución. Asimismo, acerca del programa de compra de deuda insistió en la "responsabilidad" que tienen los gobiernos de garantizar la estabilidad financiera para restablecer un funcionamiento "más correcto" de los mercados, especialmente después de la cumbre europea del pasado 21 de julio.

Para Trichet, la principal lección que hay que extraer de la crisis que viven los mercados "desde agosto de 2007" es que "hay que cambiar las bases" de las economías avanzadas, que han demostrado en conjunto una capacidad de resistencia inferior a las emergentes. Y para ello, "es necesario aplicar una política fiscal muy sólida", una vigilancia "muy estrecha" de los indicadores de competitividad de todas las economías, sobre todo las del euro, "y reformas estructurales decididas", pidió.

En cuanto al sector financiero español, Trichet reconoció que "ha mejorado" con la profunda reforma realizada, aunque aún hay que estar alerta. En este sentido, Trichet recordó la recomendación que da cada mes el Consejo de Gobierno del BCE a los bancos europeos a fin de que hagan "lo necesario" para reforzar sus balances, no distribuir sus beneficios -repartir dividendos- y ser prudentes a la hora de fijar los salarios de sus directivos, "receta" que también vale para la banca española.