El presidente del banco de negocios estadounidense Merril Lynch, Stan O´Neal, cesó ayer de todos sus cargos en un momento de desastrosos resultados y en plena crisis de las hipotecas de riesgo (subprime ). El directivo ha afrontado un ajuste de cuentas interno por su tiránica gestión del poder en el banco. Su dimisión es la primera en la gran banca mundial por la asunción directa de la responsabilidad de las pérdidas provocadas por los créditos de alto riesgo.

"O´Neal y el consejo han alcanzado un acuerdo sobre el hecho de que un cambio en la dirección será el mejor medio para Merril Lynch de avanzar y concentrarse en mantener unas bases sólidas en todas sus actividades", comentó el banco. La entidad ha escogido a un miembro del consejo, Alberto Cribiore, como presidente no ejecutivo e interino mientras se examinan candidaturas internas y externas para el relevo.

Los resultados del grupo estos últimos meses, con depreciaciones de sus activos de hasta 8.000 millones de dólares (unos 5.500 millones de euros) en el tercer trimestre, explican las presiones recibidas por O´Neal.