El presidente de Seat, James Muir, destacó ayer que la prioridad para Seat es mejorar su imagen de marca y clarificar su personalidad en los mercados europeos, para lo que pidió un "equipo ganador" y orgulloso de los coches que fabrican, así como "mucho dinero", en un momento en el que acumula 228 millones de pérdidas.

El directivo criticó la "falta de un buen liderazgo" en Seat durante años, y reconoció que ha visto más pasión por la marca en Alemania que en España. En plena negociación de un ERE para suspender más de 7.000 contratos durante el 2010, Muir advirtió tajante de que prescindirá de quien no reme a favor de la marca.