Donald Trump prevé estrechar muy pronto la mano de Xi Jinping para sellar su esperada tregua comercial. El miércoles, el presidente estadounidense aseguró desde Florida que él y su homólogo chino celebrarán «muy pronto» el acuerdo con una ceremonia en la que firmarán la primera fase a la que se comprometieron a principios de diciembre.

«Tendremos una ceremonia para firmar y lo haremos muy rápidamente», explicó. «El trato ya está hecho, está siendo traducido ahora mismo». Aunque Trump no dio más detalles sobre este acto, se espera que sea durante la primera semana de enero. Así lo confirmó el pasado 13 de diciembre Robert Lighthizer, representante estadounidense de comercio.

Ese mismo día los principales medios estadounidenses dieron a conocer las cláusulas acordadas para una tregua comercial entre Washington y Pekín. En esta primera fase, los Estados Unidos se comprometieron a reducir significativamente los aranceles aplicados a productos chinos por valor de 360.000 millones de dólares. A cambio, el régimen chino tendió la mano para comprar productos agrícolas estadounidenses por valor de 50.000 millones de dólares, reforzar la protección de la propiedad intelectual y abrirse a unos mercados de servicios financieros más transparentes. El acuerdo cubre asuntos delicados como la transferencia tecnológica. Hasta ahora, China solo ha abierto su mercado a las compañías que aceptan aliarse con las suyas, hecho denunciado por Washington y Bruselas.

El anuncio de la llamada Fase 1 tuvo consecuencias inmediatas. Washington rebajó aranceles mientras que Pekín canceló las tasas impuestas como represalia cuya introducción estaba prevista para el 15 de diciembre. El pasado lunes el régimen chino anunció una nueva reducción anual de aranceles a un total de 859 productos cuyo valor agregado superó los 315.747 millones de euros en 2018. Con este gesto, el Gobierno de Pekín pretende agilizar la entrada de su productos en su territorio para dar cuerda a su economía. La carne de cerdo congelada será uno de los productos beneficiados, y su reducción de tasas se entiende por un brote de peste porcina africana que ha diezmado la población de cerdos en China y ha encarecido los precios internos de la carne hasta niveles récord. Así, se espera que el gobierno chino impulse las importaciones de este producto de los Estados Unidos.

IMPORTANTE HITO / Pekín dio el visto bueno a esa primera versión del acuerdo. Sin embargo, aún se desconoce si el régimen del presidente Xi Jinping aceptará todas las cláusulas. La semana pasada un portavoz de Ministerio de Finanzas chino ya avanzó que no se conocerán más detalles hasta que finalmente la firma del acuerdo se haga pública. El acuerdo a ambos bando del Pacífico puede suponer un importante hito tras 19 meses de tensas negociaciones y amenazas que han perjudicado tanto a la economía estadounidense como a la china.

No ha hecho falta ninguna confirmación china para que los mercados estadounidenses reaccionasen con entusiasmo. Estos días las palabras de Trump y la distensión con el gigante asiático han servido para que la bolsa de Wall Street haya crecido a cifras récord, un repunte que también se debe al optimismo de los inversores en cuanto a la salud de la economía nacional.