La presión fiscal aumentó en España el 1,6% entre los años 2000 (34,8%) y 2005 (36,4%), mientras que la media de la Unión Europea (UE) descendió en ese mismo periodo 1,2 puntos (del 42,1% al 40,9%), según datos de Eurostat.

En el 2005, la mayor presión fiscal se situó en Suecia (52,1%), seguida de Dinamarca (51,2%), Bélgica (47,7%) y Francia (45,8%), mientras que Lituania registró el porcentaje menor: 29,2%.

La presión fiscal --porcentaje que representan sobre el Producto Interior Bruto los impuestos y las cotizaciones-- sirve para medir el esfuerzo relativo sobre la riqueza total que deben soportar los ciudadanos para el mantenimiento de su sistema público.