Los trabajados que resulten despedidos en el 2010 como consecuencia de un expediente de regulación de empleo (ERE) pagarán menos impuestos. La Comisión de Economía del Congreso de los Diputados aprobó ayer, con los votos en contra del PSOE, una enmienda al proyecto de ley de Fomento del Empleo que equipara la fiscalidad de la indemnización derivada de un ERE a la percibida en caso de despido individual improcedente. En ambos casos, las cantidades recibidas en concepto de indemnización por despido estarán exentas de tributar en el impuesto sobre la renta, siempre que no sobrepasen el límite de 45 días por año trabajado, con un tope de 42 mensualidades.

Con la normativa aún vigente, las indemnizaciones de los ERE solo están exentas hasta 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades. Todo lo que trabajadores y empresas pacten por encima de esta indemnización, propia de los despidos colectivos, debe tributar en el impuesto sobre la renta del trabajador. Esto cambiará cuando entre en vigor la ley de Fomento del Empleo, previsiblemente, el 1 de enero.

RECELOS DEL EJECUTIVO El Gobierno se resiste a rebajar la fiscalidad de la indemnización por despido colectivo porque ve en esta iniciativa un abaratamiento del coste del despido a costa de los ingresos del Estado. La enmienda, que fue presentada por CiU y PP, salió ayer adelante con los votos, además, de IU, PNV y Nafarroa Bai.

El proyecto de ley será tramitado a partir de ahora en el Senado, antes de volver definitivamente al Congreso.