Sigue el nerviosismo. Las elecciones municipales y autonómicas que España celebró el domingo no han servido para calmar los ánimos. La prima de riesgo de la deuda española se ha llegado a disparar hasta los 260 puntos básicos. Con posterioridad ha bajado hasta los 258 y el bono español a 10 años se ha situado en el 5,60%, frente al 3,02% del alemán, que es la referencia y que vuelve a convertirse en refugio para los inversores y, por tanto, baja su rentabilidad. Más que las elecciones locales y autonómicas, entre los inversores se mantiene la incertidumbre sobre un nuevo rescate a Grecia, según fuentes del mercado. En todo caso, también existen muchos temores sobre la posibilidad de que una vez celebrados los comicios aflore déficit oculto de diversas autonomías. Esta posibilidad se baraja desde hace algunos días y ha sido desmentida por el Gobierno, pero los inversores no se lo acaban de creer y ello contribuye al nerviosismo. En el actual entorno, la prima de riesgo de Grecia ha escalado hasta los 1.388 puntos básicos y la de Portugal, hasta los 665. Los analistas aseguran que en el caso español el techo psicológico se encuentra en los 300 puntos básicos, que significarían situar el bono a 10 años por encima del 6%. Esto, por ahora, no se ha producido