La prima de riesgo española mantenía a media sesión el tono positivo de la apertura por la compra de bonos por parte del BCE y se situaba en 284 puntos básicos, después de haber tocado un mínimo de 274.

De esta manera, el diferencial sufre un importante descenso tras cerrar el viernes en 375 puntos básicos y vuelve a niveles que no registraba desde principios de julio, antes de que se desatase el temor por la falta de acuerdo del segundo rescate a Grecia.

No obstante, tras la aprobación del plan de rescate a Grecia y los acuerdos del 21 de julio, la prima de riesgo cerró en 285 puntos básicos, antes de comenzar el rally al alza que llevó al diferencial a superar los 400 puntos básicos en algunos momentos de la pasada semana.

De mantenerse en estos niveles, sería el mayor descenso en puntos básicos de la prima de riesgo desde la creación del euro, si bien en términos porcentuales, la caída del 10 de mayo de 2010 fue más importante, una vez que en esa jornada la prima de riesgo cayó desde 164 a 97 puntos básicos.

El rendimiento del bono español se alejaba de la temida barrera del 6 %, y a las 12.30 horas se situaba en el 5,213 %, lo que provocaba el descenso del diferencial, una vez que el bono alemán se quedaba en el 2,373 %.

El interés de los bonos italianos seguía superando al de los españoles, pero también se reducía considerablemente hasta el 5,331 %, con lo que su prima de riesgo se recortaba hasta los 296 puntos básicos.

El resto de diferenciales europeos también reducían sus intereses, ya que Grecia bajaba su prima de riesgo hasta 1.236 puntos básicos, mientras que Portugal e Irlanda se quedaban en 829 y 736 puntos básicos, respectivamente.

El efecto de la intervención del BCE también se dejaba notar en los bonos españoles e italianos con vencimiento en 5 y 2 años. Así, el rendimiento de los bonos españoles a cinco años bajaba al 4,4 %, mientras que los italianos lo hacían hasta el 4,5 %, después de que la semana pasada se situase en el entorno del 5,5 %.

En los bonos a 2 años, el rendimiento español llegaba al 3,3 %, mientras que los italianos se quedaban en el 3,6 %, una vez que la pasada semana alcanzasen el 4,5 %.