Hay que remontarse a 1997, cuando la economía española salía de la crisis de 1993, para encontrar unas cifras de producción de vehículos tan bajas como las registradas en el 2008. Los 2,5 millones de vehículos fabricados el año pasado en las 15 plantas ubicadas en el país suponen un recorte de 348.000 unidades, que equivalen a una caída del 12%.

La situación del sector se agravó por la acumulación de los descensos en los últimos meses del ejercicio, en los que muchas fábricas estuvieron más días cerradas que abiertas. En diciembre, se ensamblaron 83.121 coches, todoterrenos, camiones y autobuses, un 45% menos que en el mismo mes del 2007.

Algunas factorías aprovecharon el mes pasado para dar unas largas vacaciones de Navidad, en un intento de no acumular más estoc. Los descensos de producción alcanzaron el 81% en Nissan (Barcelona), el 76% en Ford (Almussafes) y el 70% en Iveco (Madrid). En todo el 2008, los mayores recortes se dieron en Santana (Linares), con un 32% menos, seguida de Nissan (29%). En la planta de Seat en Martorell, se fabricaron un 7% menos de vehículos.

La Asociación de Fabricantes (Anfac) advirtió ayer de que, al margen de los 800 millones en ayudas y créditos que dará el Gobierno central a las empresas, es urgente adoptar alguna medida de choque, como la supresión temporal del impuesto de matriculación para reactivar las ventas en España. "Sin un mercado local fuerte, España pierde atractivo para los fabricantes", aseguró un portavoz de la organización. El problema es que, si no se reduce el estoc, que según Anfac ronda los 400.000 coches, la producción en las fábricas españolas seguirá casi paralizada.

85% DE EXPORTACIONES La previsión para el 2009 indica un nuevo "descenso importante" de la fabricación de vehículos agravado por la caída de las matriculaciones en los principales países, a los que se exporta alrededor del 85% de la producción española. Las ventas de coches en el exterior bajaron el 45% en diciembre y el 8,7% en todo el 2008. Casi todas las fábricas tienen en marcha expedientes de regulación de empleo (ERE), que hasta noviembre afectaban a 18.334 personas, con un predominio de la suspensión temporal de contratos (17.100).