Los agricultores europeos, agrupados en el Copa-Cogeca, respaldaron ayer las peticiones de algunos países, como España, a la Comisión Europea (CE) para la destilación de crisis de sus vinos.

Esta organización apoyó esas demandas para afrontar la "difícil campaña 2004-2005 debido a la abundante cosecha en Europa y en todo el mundo", comentó en un comunicado. Copa-Cogeca constató que en los últimos años los expertos observan una tendencia a la baja del consumo en los principales productores europeos, así como un fuerte crecimiento de la competencia de los caldos de terceros países, tanto dentro como fuera de la UE.

Además, reclamó medidas extraordinarias que den salida a la producción almacenada de vino, que el sector no puede poner en el mercado.

A este respecto, la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, subrayó ayer que el vino es "un elemento fundamental para la economía española cuyos efectos deben potenciarse", aunque "existe un desfase entre la oferta y la demanda, pues se consume menos de lo que se produce".