INGENIERO TECNICO DEL TALLER MECANICO AUTO CENTER

La actual crisis económica está afectando mucho al sector del automóvil, al igual que a otros sectores. Pero si cabe, en nuestro sector , las consecuencias de esta situación repercuten más negativamente que en otros, ya que muchos usuarios están escatimando todo lo posible en el correcto mantenimiento de sus vehículos, sin percatarse del grave riesgo que esto conlleva para su seguridad y para la del resto de conductores.

Un vehículo en mal estado aumenta exponencialmente las posibilidades de sufrir un accidente. Dentro de esta situación general, que como digo afecta a todos los órganos mecánicos de un coche, quiero incidir muy especialmente en los neumáticos, en su correcto montaje y conservación, ya que se trata de uno de los elementos más importantes en la seguridad de un vehículo. Es la conexión directa del mismo con el asfalto.

Como profesional del sector, cada vez es más frecuente observar coches con neumáticos en mal estado, apurados hasta el límite, agrietados, endurecidos, cristalizados y a punto de reventar, muchos van literalmente "en los alambres". Un neumático "taqueado", endurecido o cristalizado, carece de agarre en carretera, tanto en seco como en mojado. Esta situación viene dada, en la mayor parte de los casos, por el mal estado de los amortiguadores, que si no funcionan correctamente, deforman el neumático, dejan sin estabilidad al vehículo y causan un deterioro mucho más rápido de la rueda. También inciden en el sistema de frenado, agotando las pastillas de freno, estropeando los discos y encareciendo cualquier reparación ocasionada por estos motivos. Con un mantenimiento adecuado no tendría por qué producirse. En este caso bien podría aplicarse la máxima: "lo barato a la larga sale caro".

A mi entender el inadecuado mantenimiento del vehículo, es una mala inversión, que no ahorra costes y además disminuye la vida útil del coche, en muchos casos incluso reduce su valor de reventa. El coche es una herramienta de trabajo y también una opción de ocio, pero a la vez puede ser un arma muy peligrosa si no se cuida y se tiene a punto.

Un vehículo con neumáticos deteriorados o con frenos, dirección o suspensión en mal estado es una bomba en la carretera. Por desgracia, es cada vez más frecuente ver vehículos en estas condiciones en nuestras vías.

Llama mucho mi atención que en plena "ola" de campañas en pro de la seguridad vial, con estrictos controles de velocidad y alcoholemia, muy necesarios por otra parte, se descuiden aspectos tan fundamentales para este fin como los antes descritos, que inciden tanto o más que estos en la siniestralidad vial.

Quiero incidir en la responsabilidad de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) y en el control de estas revisiones. No sólo tienen como fin el cumplir con un trámite administrativo o recaudatorio, sino que han de velar por el buen estado de los vehículos que circulan por nuestras carreteras.

Deben hacerlo con profesionalidad y criterio ecuánime, dando igual importancia a todos los órganos fundamentales de un vehículo. Además de profesionalidad y conocimientos, debe esperarse un comportamiento flexible en situaciones que carecen de importancia y ocasionan gastos y molestias al usuario. Hay que saber separar el grano de la paja.

Por ejemplo, no puede señalarse como "no apto" un vehículo con neumático en perfectas condiciones de uso, con código de velocidad H (hasta 210 km/h) porque la ficha técnica indique que el neumático que debe montar es de código V (hasta 240 km/h) siendo el límite máximo de velocidad permitido en nuestro país y en casi la totalidad de Europa de 120 km/h. Entiendo que tiene mucha más importancia para la seguridad, que el neumático que monta el coche no esté caducado y para el desguace, que esta meticulosidad en la interpretación de la ficha técnica en una situación que no afecta en modo alguno a la seguridad del vehículo.

No sólo se trata de aprobar una oposición e interpretar al pie de la letra lo que dice un manual, se trata de dar un servicio público y de cumplir con una importantísima labor de control en pro de la seguridad de todos los conductores y peatones. Hay que dar importancia a lo que de verdad la tiene.