El tono negativo fue infranqueable a lo largo de toda la sesión de ayer. En este contexto, el Ibex cerró finalmente con una pérdida del 1,67%, hasta los 9.360,60 puntos, una de las mayores de los mercados europeos. Al ambiente propenso a las caídas solo le faltaba que se conociera la última actualización de las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima para España un descenso del 4% en el producto interior bruto (PIB) este mismo año.

Y, al cierre de la bolsa española, Wall Street entró también en terreno negativo. Ni las previsiones del FMI que, para el caso de Estados Unidos, fueron positivas, ni la subida de las solicitudes de hipotecas consolidaron las ganancias en la bolsa neoyorquina. La tendencia al nerviosismo ante cualquier información o rumor es muy elevada. Y el desasosiego estadounidense del inicio de la jornada al otro lado del Atlántico contagió a las bolsas europeas que, al final del día, vieron cómo se consolidaban las pérdidas ante el predominio de las ventas.

El parquet español acaparó las mayores ventas de Europa. El Ibex bajó hasta niveles que no se veían desde el pasado 23 de junio. Arcelor Mittal corrigió con fuerza los excesos de la jornada anterior. El grupo siderúrgico se dejó casi el 5%, pese a explicar que mantiene negociaciones con la banca para renovar sus convenants (condiciones de vigilancia firmadas con los acreedores cuando estos conceden un préstamo). También Telecinco restó más del un 4% a su valor. Grifols (+0,92%), Indra (+0,45%) e Iberdrola Renovables (+0,32%) tuvieron mejor suerte.

Entre los valores con más capitalización, predominó el rojo más intenso. El Banco Santander y el BBVA cedieron el 2,75% y el 1,92%, respectivamente. Iberdrola se dejó el 2,23%; Telefónica, el 0,98%; y Repsol acabó la sesión con el 1,68% de caída. En el mercado continuo, los derechos de la ampliación de NH Hoteles se desplomaron el 34%, mientras que Española de Zinc subió más del 6%.