Una revolución energética". De esta forma tan grandilocuente definió ayer la cancillera alemana Angela Merkel la decisión de su Gobierno de extender la vida de las 17 centrales nucleares alemanas un promedio de 12 años. Pero la revolución ya ha desatado las críticas.

Y eso a pesar de que Merkel asegura que Alemania tendrá "el suministro eléctrico mas eficiente y ecológico del mundo". Varios länder --los estados federados que componen el país-- recurrirán la decisión ante el Tribunal Constitucional e incluso se prevé ya una gran manifestación en dos semanas.

El compromiso de los partidos de la coalición, logrado tras meses de debate, establece que las plantas construidas a partir de 1980 ampliarán su vida hasta 14 años, mientras que las más antiguas dispondrán de ocho años adicionales. Así, en Alemania habrá nucleares hasta el 2040, casi 20 años más que lo previsto por la anterior coalición de izquierdas.

TASA SUPLEMENTARIA A su vez, y en lo que se ve como un guiño a los ecologistas, se prevé cobrar a las cuatro grandes energéticas --E.On, RWE, Vatenfall y EnBW-- tasas suplementarias para el desarrollo de las energías renovables. Además, y al margen de este acuerdo que alcanzaría los 15.000 millones de euros, estos grupos deberán pagar a partir del 2011 una tasa nuclear suplementaria de 2.300 millones durante seis años para reducir la deuda del Estado.

En España, el Ministerio de Industria reaccionó ayer al plan alemán y aseguró que "no descarta nada". Es posible, así, que el Gobierno amplíe la vida útil de las centrales nucleares del país, que oficiosamente está fijada en 40 años, prorrogables en caso de necesidad. En cualquier caso, apuntan desde el departamento que dirige Miguel Sebastián, se trata de un asunto que forma parte de un debate "mucho más amplio", el de las negociaciones para alcanzar un Pacto de Estado en materia energética. "No nos marcamos líneas rojas: si llegamos a un acuerdo más amplío y todos cedemos, se puede contemplar", explica una fuente de Industria. El Consejo de Ministros analizó el pasado diciembre un anteproyecto de reforma de la Ley de Energía Nuclear de 1964, que preveía establecer en 40 años la vida "ordinaria" de las centrales. A partir de entonces, se les podría alargar la vida de forma "extraordinaria", por razones de seguridad de suministro. Su aprobación está pospuesta en espera del resultado de las negociaciones.

SOLO GAROÑA Si el proyecto saliese tal cual, todas las centrales estarían sujetas a una renovación ordinaria más como mínimo, salvo Garoña, cuyo cierre decidió el Gobierno para el 2013. Precisamente, su continuidad suena como uno de los principales escollos en las conversaciones entre Industria y el PP, que apuesta por ampliar su uso.

En el Ministerio, sin embargo, niegan que las reuniones técnicas de discusión se hayan interrumpido por no poder avanzar en este punto, como se ha venido rumoreando.