No hay más tiempo que perder. Bajo esa consigna que está marcando la recta final de las negociaciones de la reforma laboral, el Gobierno y el PSOE se han puesto ya manos a la obra en aras de conseguir los apoyos necesarios en el Congreso para validar uno de los proyectos clave en la lucha contra la crisis. Los socialistas no quieren volver a pasar por los apuros vividos hace menos de un mes para aprobar en las Cortes por solo un voto de diferencia el plan de ajuste impuesto por la Unión Europea (UE) y, conscientes de que necesitan un plazo razonable de días para tejer las alianzas, han intensificado los contactos de forma paralela a las reuniones con los sindicatos y los empresarios en el marco del diálogo social.

El socio preferente vuelve a ser CiU, tal y como ocurrió con el decreto de los recortes, en el que la abstención de la federación fue clave para evitar una derrota que hubiera puesto al Gobierno contra las cuerdas. Como reconocen los socialistas, el grupo que lidera Josep Antoni Duran Lleida es la alternativa aritmética más natural (los diez diputados de CiU son suficientes para sumar la mayoría simple que se necesita para pasar el corte), la que históricamente ha dado más y mejores resultados a cualquier inquilino de la Moncloa y, por encima de todo eso, la más coherente por la coincidencia actual entre las propuestas de los dos partidos.

GANAR CREDIBILIDAD El propio Duran Lleida no ha dudado en ofrecer su apoyo para negociar el documento. El portavoz de CiU se permitió ayer dar consejos a José Luis Rodríguez Zapatero y le recordó que una huelga general "no le iría mal", ya que le daría una "mayor credibilidad" en Europa, el gran censor en estos tiempos de "histeria" en los mercados, como dicen en el PSOE, ante la desconfianza hacia la deuda pública española.

En una entrevista en TVE, Duran instó al jefe del Ejecutivo a cerrar la reforma laboral "haya o no movilizaciones sindicales", y destacó como prioridades de su propuesta la ampliación del contrato indefinido con 33 días de indemnización por despido improcedente y la flexibilización de los convenios colectivos, dos puntos que el Gobierno también ve con buenos ojos. Eso sí, el líder de CiU advirtió que esta vez no optará por la abstención y su grupo votará "sí o no".

AL MARGEN Los primeros contactos, liderados por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, han tenido también como protagonistas al PNV y CC, con los que el PSOE pactó los presupuestos del 2010, y a ERC. IU, ICV y el PP se han quedado al margen por su oposición frontal a la reforma laboral. Tal ha sido, de momento, el ninguneo, que el líder de los populares, Mariano Rajoy, afeó a Zapatero que no le hubiese llamado todavía.

Por el contrario, el portavoz de ERC, Joan Ridao, se reunió ayer en unas dependencias del Congreso con Corbacho, con el que ya había hablado por teléfono a inicios de la semana, y no dudó en publicitar la cita. E incluso en explicar que el ministro le había trasladado su decisión de prolongar hasta el domingo las negociaciones con los agentes sociales si, como sucedió, se había cerrado la última reunión con empresarios y sindicatos con un acuerdo "parcial sustancial".

PUNTOS CONCRETOS La estrategia, según fuentes socialistas, va encaminada preferentemente a consensuar puntos concretos con UGT y CCOO para mitigar su rechazo al decreto que aprobará el 16 de junio el Consejo de Ministros, y aplazar la huelga general con la que han amenazado las centrales sindicales hasta después de la presidencia europea de turno, que acaba el 30 de junio.

Aunque las negociaciones oficiales con los grupos parlamentarios no empezarán hasta el próximo lunes, los contactos previos que ya se están viviendo permitirán a los socialistas contar con el colchón temporal para encontrar socios del que no dispusieron con el plan de ajuste. Este se votó en el Congreso de los Diputados solo un día después de su aprobación en el Consejo de Ministros, y la dirección del grupo del PSOE en la Cámara baja coincidió en señalar este punto como el principal responsable de la votación de infarto vivida el pasado 27 de mayo.