La guerra por el control de Caja Madrid vivió ayer el enésimo giro inesperado. PSOE y UGT --hasta ahora alineados con la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre-- pactaron por sorpresa con CCOO --más próxima al alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, y al presidente de la entidad, Miguel Blesa-- no acudir a las distintas reuniones de la comisión de control de la caja convocadas por las dos facciones del PP.

El acuerdo entre socialistas y sindicatos permitió posponer unas hostilidades que han alcanzado una crudeza sin precedente en el sistema financiero. En medio de acusaciones cruzadas de ilegitimidad, Pablo Abejas, presidente de la comisión destituido el viernes por los afines a Blesa, y Fernando Serrano, su sustituto y defensor del contribuyente en el ayuntamiento, habían convocado sendas reuniones del órgano de gobierno de la entidad para ayer y hoy.

ACUERDO PUNTUAL El pacto entre las fuerzas de izquierda hizo imposibles ambas reuniones, ya que no podía producirse el quórum necesario para constituirlas (la mitad más uno de los miembros). Los socialistas fueron un paso más allá y propusieron una reunión de los partidos y sindicatos para desatascar la situación. "Es un acuerdo puntual: nuestras posiciones siguen siendo distintas, pero hemos querido demostrar la voluntad de encontrar un acuerdo que tranquilice la situación", aclararon fuentes de CCOO. Un gran acuerdo parece, con todo, improbable: las posiciones no pueden estar más enconadas.

Aguirre está empeñada en echar a Blesa, y para lograrlo modificó hace unas semanas la ley regional de cajas para recortar el peso del ayuntamiento en la entidad. El presidente contratacó y logró --con el apoyo del alcalde, IU, CCOO y un socialista que rompió la disciplina de voto de su partido-- destituir a Abejas y que la nueva comisión de control aplicase la antigua norma, vigente en el momento en que arrancó el proceso electoral.

En respuesta, la comunidad decidió suspender a dos de los miembros de la comisión de control próximos a Blesa --a su nuevo presidente y a Juan Gómez Castañeda (IU)-- y había dado por nula la destitución de Abejas. El presidente de la entidad clamó que el Ejecutivo autonómico se había excedido en sus funciones y el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, le amenazó con emprender "acciones administrativas y judiciales".